Pese a que existen claras desventajas con respecto a una cámara compacta o digital como la limitación de posibilidades o una peor calidad, la fotografía móvil ha llegado para quedarse gracias a características como el reducido tamaño del teléfono, su versatilidad y el efecto sorpresa.
El reducido tamañano del smartphone: aunque los smartphones son cada vez más grandes, lo cierto es que siguen entrando cómodamente en el bolsillo. Esto nos permite llevar una cámara a todas partes y ser fotógrafos las 24 horas del día.
Estar en lugar preciso en el momento oportuno: seguramente, más de una vez, has echado en falta tu cámara cuando te has encontrado con la foto perfecta, pero rara vez sales de casa sin tu smartphone.
Sacar fotos de incógnito: en situaciones peligrosas es muy sencilo captar el momento perfecto sin que nadie lo note, basta con poner cara de “estoy jugando al Candy Crush” para pasar desapercibido.